“Pero, dado que la sagrada Escritura es inspirada, hay otro principio de la recta interpretación, no menos importante que el precedente, y sin el cual la Escritura sería letra muerta: «La Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo Espíritu con que fue escrita»... Leer la Escritura en «la Tradición viva de toda la Iglesia». Según un adagio de los Padres, «La sagrada Escritura está más en el corazón de la Iglesia que en la materialidad de los libros escritos». En efecto, la Iglesia encierra en su Tradición la memoria viva de la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo le da la interpretación espiritual de la Escritura "[1] 

INTRODUCCIÓN 

La Iglesia, que es discípula misionera, necesita crecer en su interpretación de la Palabra revelada y en su comprensión de la verdad... Las distintas líneas de pensamiento filosófico, teológico y pastoral, si se dejan armonizar por el Espíritu en el respeto y el amor, también pueden hacer crecer a la Iglesia, ya que ayudan a explicitar mejor el riquísimo tesoro de la Palabra.[2]

OBJETIVO

Al finalizar el tema las parejas entenderán:

1)  El principal elemento para interpretar la Biblia.

2)  Los diferentes sentidos de interpretación de la Palabra.

3)  Las condiciones para leer la Sagrada Escritura.

4)  EL manejo de las siglas y puntuaciones de las citas bíblicas.

5)  Los 10 motivos para leer la Biblia.

DESARROLLO

 

a) De acuerdo a las sesiones los objetivos se alcanzarán, como sigue:

Sesión 1  objetivos del 1 al 3

Sesión 2  objetivos del 4 al 5

 

b) Las citas bíblicas están señaladas conforme se desarrolle el tema.




[1] Catecismo de la Iglesia Católica 111 y 113

[2] EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE

EL ANUNCIO DEL EVANGELIO EN EL MUNDO ACTUAL, numero 40.

 

  


3.2.1. INTRODUCCIÓN.

Siendo la Biblia mensaje divino en palabras humanas, su interpretación presupone en primer lugar la fe en la Palabra de Dios, y luego el progresivo descubrimiento de su mensaje profundo. Este progresivo descubrimiento lo realiza la Iglesia toda meditando la Palabra divina con la asistencia del Espíritu de la Verdad, con la ayuda del Magisterio del Papa y demás obispos que enseñan con la autoridad de Cristo, y con el apoyo de los teólogos y exegetas.[1]




La hermenéutica bíblica tiene por objeto establecer una mediación entre el antiguo texto y el hombre contemporáneo, recurriendo al uso de los métodos más apropiados, con el fin de hacer el texto vivo y actual.


3.2.2. DIVERSOS SENTIDOS DE LA BIBLIA.

3.2.3. Sentido Literal.


No significa interpretar al pie de la letra el texto, sino tratar de buscar el sentido que le dio el autor mismo de ese texto, teniendo en cuenta la intención del autor, el auditorio a quien se dirigía, la situación de su tiempo y el género literario empleado. Este sentido literal requiere del uso de la crítica en sus dos vertientes: literaria e histórica.

Primero, crítica literaria: analiza el género literario en que está escrito ese libro de la Biblia.

Segundo, la crítica histórica: descubre la historia literaria del libro o pasaje bíblico en cuestión, ubicando la época y cultura en que se escribió y así conocer la intención teológica del autor.

3.2.4. Sentido Espiritual. 

Supera el conocimiento del autor humano, aunque se apoya en sus escritos. Se desprende no de las palabras sino de las realidades que se ocultan bajo esas palabras. Este sentido espiritual se divide a su vez en: sentido pleno y sentido típico.

3.2.5. Sentido pleno.

Significa ver ese texto a la luz de la totalidad de la Escritura, a la luz de la Tradición y echando mano de la analogía de la fe. Es un sentido más profundo que el sentido literal.

1. A la luz de la totalidad de la Escritura significa que ese texto analizado hay que entenderlo en conexión con otros textos de la Sagrada Escritura que lo explicitan o lo profundizan.

2. A la luz de la tradición significa que no se puede analizar un texto sin tener en cuenta la interpretación de la Tradición viva de la Iglesia, que viene analizando esos textos desde los orígenes. Esta Tradición viva está reflejada, sobre todo, en la doctrina de los Santos Padres de Oriente y Occidente, y en la liturgia.

3. La analogía de la fe significa la conexión que tienen las verdades de la fe entre sí. Pongamos un ejemplo:

Isaías 7, 14: “Pues bien, el Señor mismo va a darnos una señal: He aquí que una doncella está en cinta. Y va a dar a luz un hijo. Y le pondrá por nombre Emmanuel”.

Mateo 1, 22-23: “Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel”.

3.2.6. Sentido Típico.


Es leer toda la Biblia en referencia a Cristo, en quien la Escritura tuvo su plenitud. Cristo es el nuevo Adán, el nuevo Abel, el nuevo José, el nuevo Moisés, el Siervo doliente de Isaías, el nuevo Jonás, etc. Cristo viene a ser el modelo y la figura de cuanto está contenido en la Escritura.

3.2.7. CONDICIONES PARA AL LEER LA SAGRADA BIBLIA.

a)   Oración, pidiendo a Dios nos ilumine para entender su mensaje.

b)  Lectura pausada, para poder digerir bien.

c)   Humildad, sabiéndonos necesitados de Dios.

d)  No buscar ciencia profana, sino un mensaje espiritual para salvarnos.

e)   No dejar pasar el día sin leer una página de la Sagrada Biblia.

f)    Leer explicaciones de buenos libros que comenten la Sagrada Escritura; o pedir esas explicaciones a expertos de la Biblia.

g)  Leer la Sagrada Escritura en el orden más fácil para entenderla: Evangelios, Hechos, Génesis y Éxodo, Samuel y libros de los Reyes, Tobías y Judit, Salmos, Proverbios, Eclesiástico, Santiago, san Pablo, etc.

 



[1] Capítulo tomado de:   http://es.catholic.net/op/articulos/7775/cat/399/6a-sesion-interpretacion-de-la-biblia.html#modal



3.2.8. MANEJO DE SUS ABREVIACIONES.

Para una mayor facilidad de encontrar o citar textos de la Biblia, se utilizan algunos signos, abreviaciones, puntos, comas, punto y coma, etc… los cuales, cada uno corresponde específicamente a una interpretación muy particular. Veamos por definición cada una de las partes que componen estas simples normas de referencia y redacción, así como al mismo tiempo iremos colocando ejemplos prácticos de estos.[4]

3.2.9.  Siglas.

Las siglas no son más que las Siglas de los nombres de los libros que componen las Sagradas Escrituras, por ejemplo:

Mt. - Evangelio según San Mateo

Lc. - Evangelio según San Lucas

Lev. - Levítico

Gál. - Carta a los Gálatas

3.2.10. Número del libro.

Cuando hay varios libros con el mismo título, se coloca un número antes de la sigla, indicando así que se trata del primero, segundo o tercer libro, por ejemplo:

1 Pe. - Primer Libro de Pedro;

3 Jn. - Tercera Carta de San Juan

2 Mac. - Segundo Libro de Macabeos

3.2.11. Capítulos.

Por lo general están compuestos por 1 o más párrafos los cuales denotan alguna enseñanza en particular. Se indica con un número relativamente grande que va después de la Sigla, por ejemplo:

Mt. 3 - Evangelio según San Mateo, capítulo 3.

2 Co. 6 - Segunda Carta a los Corintios, capítulo 6

1 Cró. 23 - Primer Libro de Crónicas, capítulo 23

3.2.12. Versículos.

Son los fragmentos de párrafos más pequeños que componen todo un capítulo y en la abreviación se enumeran luego del Capítulo, por ejemplo:

Mc. 12, 16 - Evangelio de San Marcos, capítulo 12, versículo 16

Jer. 7, 23 - Jeremías, capítulo 7, versículo 23

Libros o Cartas que no contienen Capítulos:

Existen 5 libros los cuales no poseen capítulos. Para ellos, únicamente, se hacen referencia a Versículos. Estos Libros son:

Abdías,

Carta a Filemón

Segunda Carta de San Juan

Tercera Carta de San Juan

Judas.

Los números que se utilizan en estos libros, después de la sigla, corresponden a los versículos, por ejemplo:

Abd. 15 - Abdías, versículo 15

3 Jn. 11 - Tercera carta de San Juan, versículo 11

Filem. 6 - Carta a Filemón, versículo 6

Significado de los Signos de puntuación:

3.2.13. La coma.

Indica que el primer número hace referencia al capítulo y el segundo al versículo. Ejemplos:

Lc. 10,1 - Evangelio de San Lucas, capítulo 10, versículo 1

Heb. 3,4 - Carta a los hebreos, capítulo 3, versículo 4

3.2.14. El punto.

Se utiliza para separar un versículo de otro en un mismo Capítulo. Su significado es igual a como se emplea la letra “y” en uniones gramaticales. Ejemplos:

Stgo. 2,15.20 - Carta de Santiago, capítulo 2, versículos 15 y 20

1 Pe. 3,1.7 - Primera Carta de Pedro, capítulo 3, versículos 1 y 7



3.2.15. El guión.

Se utiliza para mencionar varios versículos consecutivos. Es equivalente a decir "al". Ejemplos:

Ez. 18, 21-28 - Ezequiel, capítulo 18, versículos del 21 al 28

Mc. 4,30-34 - Evangelio de San Marcos, capítulo 4, versículo 30 al 34

También se utiliza en la continuación de un Capítulo a otro. Ejemplos:

Jn. 9,39 - 10,4 - Evangelio de San Juan, capítulo 9, versículo 39 al capítulo 10, versículo 4

He. 17,30 - 18,3 - Hechos de los Apóstoles, capítulo 17, versículo 30 al capítulo 18, versículo 3

3.2.16. El punto y coma.

Este signo en particular separa una cita bíblica de otra y puede hacerse incluso entre distintos Libros. Ejemplos:

1 Re. 7,1; 9,1-7 - Primer Libro de Reyes, capítulo 7, versículo 1 y capítulo 9, versículos 1 al 7

Mc.10,13-16; Lc. 18,15-17 - Evangelio según San Marcos, capítulo 10, versículos 13 al 16 y Evangelio según San Lucas, capítulo 18, versículos 15 al 17

3.2.17. Significado de Letras contenidas en los versículos.

Letra "s":  A menudo, esta letra se utiliza al final de una cita, ella indica, que además de tener en cuenta la cita que se ha utilizado, debe también leer el versículo siguiente. Ejemplo:

Mc. 9,47s - Evangelio de San Marcos, capítulo 9, versículo 47 y siguiente. Si en vez de una existen dos "ss" deben leerse los versículos siguientes que hablan del mismo tema.

Letras "a, b, c": Si después de una cita bíblica se encuentran alguna de estas letras, significa que lo que estamos buscando en ese versículo se encuentra en la primera, segunda o tercera parte respectivamente. Considerando la separación por: punto, coma, dos puntos o punto y coma. Ejemplo:

Lc. 22,53b - Evangelio de San Lucas capítulo 22, versículo 53 en la segunda parte.

  


3.2.18. MOTIVOS PARA LEER LA BIBLIA.[1]

Aprovecha para leerla, saborearla, meditarla, permitirle que sea lámpara para tus pasos, luz en tu sendero. Considera que tienes al menos diez razones para adentrarte en el fascinante mundo de la Sagrada Escritura:

1)   Conocer a Dios: Sería para nosotros imposible saber algo acerca de Dios si Él no nos lo hubiera revelado. Y lo hizo a través de Su Palabra. Así que para que puedas conocerlo y consiguientemente entablar con Él una relación personal de amor y confianza, es indispensable que leas Su Palabra.

2) Conocerse uno mismo: La Palabra de Dios "penetra hasta las fronteras del alma y del espíritu" (Heb. 4, 12). Leerla te permite conocerte a fondo, pero no desde la óptica humana de juicio y condena, sino desde la mirada esperanzadora y misericordiosa de Dios.

3)  Recibir luz: Dice el salmista que la Palabra es “lámpara para sus pasos, luz en su sendero” (Sal. 119, 105). Siempre tiene un mensaje para iluminar tu situación actual, siempre tiene algo pertinente que decirte; a veces te consuela, a veces te exhorta, a veces te tranquiliza, a veces te inquieta y te sacude, pero puedes tener la certeza de que siempre te da lo que tu alma necesita.

4)  Dialogar con Dios: Hay quien cree que orar consiste sólo en hablar y hablar con Dios pues Él no dice nada. Pero Dios sí habla: a través de Su Palabra. Leer la Biblia te permite escuchar lo que quiere decirte, para poder después responderle, dialogar con Él y, con Su gracia, hacerlo vida.

5) Participar de la reflexión y oración de toda la Iglesia: Cuando lees los textos que se proclaman cada día en Misa o en la Liturgia de las Horas, te unes a millones de católicos en todo el mundo que en ese mismo momento están leyendo, escuchando, reflexionando, orando con esas mismas palabras. Leer así la Palabra te permite participar activamente en la unidad y universalidad de la Iglesia.

6) Situarte dentro de la historia de la salvación: Leer la Biblia te permite descubrir cómo fue que Dios se reveló al ser humano; estableció una alianza con el hombre, le prometió Su amor y salvación y lo cumplió. Conocer el pasado te permite comprender el presente y vivirlo desde el gozo de saber que formas parte del pueblo de Dios, que eres miembro de Su rebaño, oveja del Buen Pastor.

7)  Conocer, comprender y amar a la Iglesia: Leer la Biblia te permite conocer la Iglesia de la que formas parte para comprenderla y amarla más, y gozarte de pertenecer a ella sabiendo que fue fundada por Cristo, y aunque está formada por seres humanos susceptibles de fallar, como tú y como yo, es conducida a través de la historia, por el Espíritu de Dios.

8)  Anunciar la Buena Nueva: Leer la Biblia te permite cumplir el mandato de Jesús de ir por todo el mundo a anunciar la Buena Nueva (Mc. 16, 15). Sólo si conoces la Escritura puedes compartir Su luz con otros.

9)  Conocer y defender la fe: Dice San Pablo que todo texto de la Escritura es útil para enseñar (2 Tim. 3,.16). Conocer la Biblia te permite enfrentar a quienes atacan tu fe católica y responderles no sólo con caridad sino con argumentos sólidos.

10)  Vivir con libertad y alegría: Leer la Biblia te da libertad y alegría. La libertad de que gozan quienes abandonan la inmovilidad de las tinieblas y caminan hacia Aquel que es la Luz; la alegría de saber que Él está contigo todos los días hasta el fin del mundo, y la alegría de anunciarlo a los demás, como pide el Papa Francisco.

 

Hasta aquí las diez razones. Cabe aclararte que sólo son las diez primeras. Lee la Biblia y descubrirás que hay otras diez, y diez más, y más, y más...

 



[1] http://www.es.catholic.net/op/articulos/55744/cat/30/lees-la-biblia-aqui-te-damos-10-sencillos-y-poderosos-motivos-para-hacerlo-desde-hoy-.html#modal


[1] Catecismo de la Iglesia Católica 111 y 113

[2] EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE

EL ANUNCIO DEL EVANGELIO EN EL MUNDO ACTUAL, numero 40.

[3] Capítulo tomado de:   http://es.catholic.net/op/articulos/7775/cat/399/6a-sesion-interpretacion-de-la-biblia.html#modal

[4] https://es.catholic.net/op/articulos/56131/cat/389/aprende-a-manejar-las-sagradas-escrituras-y-sus-abreviaciones-.html#modal

[5] http://www.es.catholic.net/op/articulos/55744/cat/30/lees-la-biblia-aqui-te-damos-10-sencillos-y-poderosos-motivos-para-hacerlo-desde-hoy-.html#modal